Encontrar soluciones alternativas e innovadoras a diferentes problemáticas de forma creativa es la razón que congrega a 25 profesores de la ESPOL en el Taller de Design Thinking que se desarrolla en el Centro de Emprendedores, CEEMP, de la ESPOL.
Design Thinking es una metodología que emplea estrategias del diseño tradicional para resolver problemas en diversas áreas. En educación se la utiliza para mejorar las formas de aprendizaje y los contenidos.
Con analogías, entrevistas contextuales, mapas de usuarios y otras herramientas, la Máster en Diseño de Producto Integral de la Universidad de Pensilvania en Estados Unidos, Carolina Garzón, quien trabaja como Design Strategist en Penn Medicine, sistema de salud en el estado de Pensilvania, dirige este Taller que tiene como objetivo que los docentes dominen herramientas, conocimientos y habilidades entorno al Design Thinking.
“En Design Thinking aprendes haciendo. Entonces se hace algo parecido a lo que hacemos ahora de forma intensiva (refiriéndose al Taller). En un semestre se explican las distintas herramientas de Design Thinking y se trabaja en distintos problemas en uno o dos proyectos. Cada vez que los participantes desarrollan los proyectos, van mejorando las técnicas”, señala.
Una de las herramientas y técnicas que Garzón comparte con los participantes es el mapa de usuario, en el que se muestra de forma gráfica la experiencia de un usuario para su análisis y mejora.
Otro ejercicio es la entrevista contextual para observar comportamientos in situ. La relación de semejanza entre cosas distintas, es decir la analogía, también es parte del Design Thinking: “qué tal si pudiéramos dormir en un hospital como dormimos en un hotel… ¿Cómo podemos aplicar los servicios de un hotel en los hospitales? Si te obligas a pensar así puedes encontrar soluciones”, indica la instructora.
La profesora de la materia de Emprendimiento de ESPOL, Nataly Merino, señala que el Design Thinking, metodología que ella aplica en sus clases, ayuda a que el estudiante se confronte con la realidad. “A mí me interesa que los chicos despierten, que vivan”, expresó.
Otra de las docentes, Johanna Pelay, dijo que una de las herramientas que más le gustó aprender fue la del mapa de usuario, ya que puede enseñar a los alumnos a “identificar en la realidad los problemas” para que crear soluciones, por ejemplo, que combatan las frustraciones de los usuarios.
Carolina Garzón explica que al final del Taller los docentes aprenderán, principalmente a ser más observadores, y críticos de sí mismo y desarrollarán la capacidad de no asumir un determinado problema hasta no investigarlo a profundidad. En clases les transmitirán estos conocimientos a los estudiantes, quienes se prevé sean más independientes, responsables y conectados con la industria para resolver problemas dentro de la sociedad.
El Taller de cinco días se divide en cinco módulos durante 40 horas. Los profesores, provenientes de diferentes Unidades Académicas de la ESPOL, ejerciten sus habilidades mediante el desarrollo de proyectos, charlas y exposiciones.