El bagazo de la caña de azúcar, una alternativa para reducir la contaminación minera

El bagazo de la caña de azúcar, una alternativa para reducir la contaminación minera

Este miércoles 12 de febrero, la Escuela Superior Politécnica del Litoral, ESPOL, a través de la Facultad de Ciencias Naturales y Matemáticas y el Centro del Agua y Desarrollo Sustentable presentó la conferencia "Reutilización del subproducto industrial para el tratamiento de drenaje ácido de minas: un caso de estudio del bagazo de la caña de azúcar en las Américas", cuyo expositor fue el Ph.D. Mark Hernández, catedrático e investigador de la Universidad de Boulder, Colorado, Estados Unidos.

El bagazo es el residuo fibroso que resulta de la caña de azúcar al ser exprimida y luego de pasar por el proceso de extracción. De acuerdo a las investigaciones realizadas por Hernández, la textura fibrosa, los carbohidratos y el carbono orgánico son componentes del bagazo de la caña de azúcar que ayudan a reducir los niveles de metales pesados en los residuos mineros. Al mezclarse con las aguas residuales, estos componentes sirven de alimento para los microorganismos que absorben los gases de sulfato provenientes de los residuos que salen de las minas.

El bagazo se encuentra en gran proporción en América del Sur, donde existe cercanía con la industria minera. De allí la importancia de promover la actividad microbiológica para ayudar a disminuir la contaminación de aluminio, cobre, plata y mercurio presente en los residuos mineros.

La reutilización del bagazo de caña de azúcar es un proyecto que se iniciará con la fase piloto, a ejecutarse en la población de Ponce Enríquez, ubicada en la provincia de Azuay. Estos datos fueron confirmados por Paola Almeida, docente de la Facultad de Ciencias Naturales y Matemáticas y organizadora del evento, quien trabaja en conjunto con Hernández en esta investigación.

El rector Sergio Flores se reunió el martes 11 de febrero con Mark Hernández con el propósito de dialogar sobre el convenio entre la Universidad de Colorado con la ESPOL, que facilitará el intercambio estudiantil entre ambas instituciones.

La segunda parte de la conferencia se focalizó en la oportunidad que tienen los estudiantes de seguir programas académicos en Estados Unidos a través de la presentación de proyectos a fundaciones no gubernamentales como National Science Fundation, donde el estudiante propone un proyecto relacionado con ingeniería química, ambiental o civil con la finalidad de recibir financiamiento económico para la ejecución de los mismos. Así lo mencionó Hernández, quién motivó a los asistentes a plantear proyectos y enviarlos a estas fundaciones estadounidenses.

Texto: Annabell Verdezoto
Fotos: Jorge Balón