El jueves 1 y viernes 2 de diciembre, en ESPOL se desarrolló el Taller de Liderazgo: Guayaquil ciudad competitiva e innovadora, organizado por la Escuela Superior Politécnica del Litoral, ESPOL, el Banco Mundial, la M.I. Municipalidad de Guayaquil y la Cámara de Industrias. Este evento congregó a empresarios, emprendedores, académicos, líderes de opinión y representantes del sector público, quienes, guiados por Cristián Quijada y Érick Ramos, especialista y consultor del Banco Mundial respectivamente, compartieron testimonios y experiencias en torno al tema central del taller.
Durante la ceremonia de apertura, el alcalde de Guayaquil Jaime Nebot; el rector de la ESPOL, Sergio Flores; el presidente de la Cámara de Industrias, Francisco Alarcón, y la representante del Banco Mundial, Indu John-Abraham, integraron la mesa directiva.
El rector Sergio Flores se refirió a la importancia de analizar el futuro de Guayaquil y las estrategias que se requieren para lograr la competitividad como ciudad. “Si queremos ser competitivos debemos contar con una estrategia clara: ¿Hacia dónde vamos? ¿Cómo lo vamos a hacer? Necesitamos un liderazgo político, que ya lo tenemos, y un liderazgo de innovación. Esas son las características para poder ir hacia el futuro”.
La máxima autoridad de la ESPOL manifestó que el desarrollo basado en las industrias creativas y en las industrias de uso de conocimientos intensivos son los parámetros en los que hay que trabajar, tomando en cuenta factores como creatividad, investigación e innovación: “Nosotros los académicos estamos convencidos de que si no hay innovación, no puede haber competitividad, transformación, ni generación de empresas ni de empleos de calidad en un país o en una ciudad”.
En este sentido se refirió a la Zona Especial de Desarrollo Económico, ZEDE, como un aporte a la sociedad y una de las propuestas que la ESPOL ha planteado al gobierno para su aprobación.
Por su parte, el presidente de la Cámara de Industrias, Francisco Alarcón, destacó la buena relación entre el sector privado, la academia y el gobierno local. “La clave está en institucionalizar los diálogos y poder darles un marco formal donde se puedan medir los avances en competitividad y potenciar lo que se hace independientemente, para hacerlo de manera conjunta”.
Alarcón enfatizó en el objetivo de establecer una institución de la competitividad, que mida los avances y defina los objetivos de corto, mediano y largo plazo para garantizar que Guayaquil esté a la vanguardia en competitividad, empleo y productividad.
La representante del Banco Mundial, Indu John-Abraham, evidenció su satisfacción por participar en el Taller de Liderazgo. “Estamos muy contentos de acompañar esta iniciativa que realmente ha sido levantada de una forma muy orgánica en Guayaquil; y de alguna forma, quisiéramos compartir las herramientas y experiencias globales que hemos conocido a beneficio de Guayaquil y de los ciudadanos (…). Para el Banco Mundial, esta agenda de productividad y competitividad es clave para responder a nuestros objetivos globales que son promover la reducción de la pobreza extrema y promover la equidad”, puntualizó.
Finalmente, el alcalde Jaime Nebot Saadi inauguró el evento con una breve intervención: “Sin innovación, y lo ha dicho muy bien Sergio, no hay progreso (...) Creo que hay factores básicos para el desarrollo de la competitividad: Los gobiernos nacionales, provinciales, seccionales tienen que entender que su deber es propiciar e incentivar la inversión nacional, extranjera, pública y privada, especialmente la orientada a la tecnología, ciencia e innovación (…)”.
Se refirió a la academia como ente de generación, distribución y transferencia de conocimiento. Mencionó a los empresarios y emprendedores como actores que “tienen que aceptar el desafío de producir bienes innovadores para competir a nivel personal, de empresa, de ciudad, y de país en calidad y en cantidad”.
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