El profesor de la Universidad de Stanford (California, Estados Unidos), Eduardo Miranda, llegó a Ecuador junto a los estudiantes de doctorado, Andrés Acosta Vera (Ingeniero Politécnico) y Luis Serrano Rojas (Ingeniero mexicano) para realizar un reconocimiento de daños ante los efectos del terremoto de 7.8 grados en la escala de Richter que afectó a Ecuador el pasado 16 de abril. En esta misión también participó el profesor de la FICT de la ESPOL, Dr. Pedro Rojas.
Un equipo de ESPOL TV conversó con el experto en Ingeniería Estructural sobre su paso por Guayaquil, Jama, Pedernales, Bahía de Caráquez, San Vicente, Manta y Portoviejo.
En su entrevista Eduardo Miranda reconoció la magnitud del movimiento telúrico. “Para que se den una idea (…) más o menos veinte veces más grande del que ocurrió tres días antes en el sur del Japón. Es un sismo de gran magnitud. Afortunadamente, esto ocurre muy rara vez; pero es un fenómeno que se produce producto del desplazamiento relativo de las placas. En este caso, la placa del Pacífico que se mete debajo de la placa Continental en un fenómeno que llamamos de subducción. Se acumulan esfuerzos hasta que se llega a una ruptura y esa ruptura es la que genera la vibración de la corteza terrestre”.
Tras los recorridos de evaluación de daños, Miranda recalcó la importancia de tomar el terremoto, con epicentro en Pedernales, como una lección que nos ayude a estar preparados para futuros movimientos telúricos. “Empezando por lo que nosotros denominamos líneas vitales, que son estructuras esenciales para el funcionamiento de la ciudad como sería el Centro ECU 911, que sufrió algunos daños ligeros. Lo ideal es que ese tipo de estructuras no debe de sufrir ningún daño, debe ser la estructura más segura de la ciudad (…) seguido por los hospitales que deben tener un funcionamiento continuo durante y después del evento”.
Vea un clip de la entrevista a continuación: https://youtu.be/pfuioEEJ75M