Intervención del Rector Sergio Flores Macías:
Bienvenidos a la ESPOL, institución pública que en sus inicios académicos en 1959, del Ecuador rural, agroexportador con su boom bananero y de la incipiente industria, fruto de la acumulación del capital que generaba el “oro verde”, solo formaba ingenieros; en cambio, ahora, en el Ecuador urbano, primario exportador, con un importante sector industrial y en camino a convertirse en el país de la región con el mayor porcentaje de energía hidroeléctrica, tiene una amplia y diversificada oferta de grado en ciencias, ingenierías, economía, así como maestrías profesionales y de investigación y, desde este año, ofertamos programas doctorales con estándares internacionales.
En distintos foros he sostenido, y hoy lo reitero, que nuestros países con débil institucionalidad, con partidos políticos que perecen en muy poco tiempo, con muchos membretes y poca democracia participativa, con una democracia representativa que no cuaja aún lo participativo, con millones ciudadanos que aún no tienen voz y muchas veces son visibilizados como caricatura, la academia, en especial la de calidad, es el espacio más idóneo para reflexionar y debatir sobre los asuntos claves de la sociedad, con el propósito de transformarla y no como catarsis, en la más genuina expresión griega.
No creemos en el enunciado “el Ecuador va donde van sus universidades”, porque sería vanidoso y peligroso asumir un rol que le corresponde al conjunto de la sociedad o al sector o sectores sociales que en el proceso de desarrollo ha adquirido mayor representatividad y poder en sus diversas dimensiones; tampoco creemos que la universidad es “el reflejo de la sociedad”, porque entonces condenaríamos a que en la universidad se reproduzcan pasajes dolorosos que han sucedido en todos los sistemas.
Empero, es en la academia donde se forma el Talento Humano que, desde el conocimiento y la creación, contribuye, gracias a un sistema de ideas, a diseñar utopías, metas y caminos – en plural y no por pensamiento único- por donde y hacia dónde quiere transitar la sociedad.
Es en la academia de calidad donde, a través de la investigación científica asentada en la realidad cambiante del país, se crea el conocimiento que luego los emprendedores transforman en bienes y servicios con alto grado de innovación, competitivos en los mercados nacionales y globales, por calidad y precio.
Es en la academia de calidad donde cientos de miles de jóvenes forjan el pensamiento crítico y adquieren una profesión o el status de investigadores que contribuyen a que seamos actores de la producción de bienes y servicios, que seamos gestores y beneficiarios de la tecnología, y que seamos capaces de crear, adaptar, transferir y aplicar conocimiento en sus diferentes campos.
La academia trabaja, entonces, con el conocimiento porque lo recrea en el aula, porque lo difunde, porque lo genera en el laboratorio, porque lo transfiere para que se convierta en proceso, en un bien o en un servicio; además, crea las condiciones para la aplicación ética del conocimiento; por ello, la academia aprecia al empresario que hace del conocimiento la principal estrategia para generar riqueza, y trata de demostrar que las estrategias espurias como la explotación laboral, la destrucción de la naturaleza y la sobreprotección del Estado sirven para acumular riqueza personal pero atentan contra el desarrollo.
Cuando en la ESPOL hablamos de un modelo de desarrollo con base en el conocimiento, nos referimos al desarrollo en sus diversas dimensiones interrelacionadas, esto es desarrollo económico, humano, científico-tecnológico, sustentable e institucional interactuando mutuamente y no como elementos antagónicos o electrones libres.
El Ecuador requiere del desarrollo económico para que haya mayor empleo pleno, mayor inversión, mayor riqueza y pago de tributos y para que el Estado tenga más recursos para invertir en educación pública de calidad desde la educación inicial hasta la universitaria; para que invierta en salud de calidad e integral, pues a mayor educación y salud de calidad y con inclusión social , mayor potencialidades tendrá el Ecuador, en su conjunto, para generar riqueza para todos los actores de la producción, con lo cual disminuye la pobreza y se gana en equidad social , territorial y de género.
El Ecuador requiere del desarrollo científico tecnológico para poner el conocimiento al servicio de la producción y la innovación; para que tengamos los Ph.D de calidad haciendo las investigaciones, los programas de posgrado y las políticas ambientales que requiere el nuevo Ecuador para ser sujeto activo y no simple espectador o sujeto pasivo en la sociedad del conocimiento.
Esta noción integral del desarrollo es una propuesta que debe ser contrastada con otras concordantes o hasta antagónicas, en algunos temas. Lo que no puede la academia es “divinizar” o “satanizar” los sistemas de ideas, por ejemplo en relación con la riqueza o las equidades. El Ecuador, cualquiera sea el Presidente y cualquiera sea la ideología que tenga éste, necesita generar riqueza, y ojalá que la mayoría de los ecuatorianos sean ricos, lo doloroso es que haya pocos ricos y millones de ecuatorianos pobres porque la sociedad en su conjunto y los que detentan el poder les negaron oportunidades, entre ellas educación de calidad. También es doloroso que en nombre de la equidad social y la erradicación de la pobreza se castigue a los ricos que cumplen la responsabilidad social. La academia busca la verdad, y nunca debería dictar verdades, ni aceptar por verdad toda propuesta de desarrollo. Toda política pública. Menos aún toda consigna.
Lo que si requiere la academia y el país es que haya un entorno favorable para la producción, innovación, democracia, equidad, calidad de la educación, la ciencia y la tecnología.
La ESPOL, en especial en mi rectorado, trabaja una propuesta integradora que ha tenido un largo proceso de gestación y mejoramiento continuo.
La propuesta actual es la creación de una ZONA DE INNOVACION DEL LITORAL ECUATORIANO, ZILE, que es un concepto integrador del proceso de I+D+i, en donde la academia trabaja sobre investigación y desarrollo, mientras los emprendedores son los responsables de innovar.
La ZILE es un proyecto integrador porque articula en un solo proceso 1.- los objetivos nacionales y locales 2.- los intereses legítimos de las empresas y los emprendedores, 3.- el deber ser de la academia de calidad y 4.- las expectativas y el buen vivir de los ciudadanos.
La ZILE es un proyecto integrador que considera que sólo si el Estado y los GADs más las empresas, más la academia de calidad, más la ciudadanía que demanda bienes y servicios innovadores ES POSIBLE TENER ÉXITO; si cada uno de los actores clave actúa por separado o en contrario es imposible crear una cultura de innovación, considerando que la innovación, en la sociedad del conocimiento, es el mayor catalizador de la riqueza.
En esta línea de pensamiento consideramos pertinente acoger la propuesta del señor Presidente de la República de abrir un amplio diálogo sobre “El Ecuador que queremos” en el que participen las diversas corrientes del pensamiento y en donde un momento clave sea la reflexión sobre los disensos.
En la academia todas las corrientes del pensamiento tienen cabida, porque la esencia de la universidad es la universalidad; pero esa amplia inclusión tiene que expresarse respetando el criterio divergente, siendo consecuente con el principio de alteridad; además, en la academia la reflexión y el debate se hace con rigor científico, como tal no hay espacio para el engaño, la demagogia, la mentira, pues en la academia uno de sus fines es la búsqueda de la verdad.
Esta es la primera de una serie de mesas redondas que organizaremos sobre temas sustantivos del país, en donde los ponentes tendrán la oportunidad de reflexionar sin más límites que el rigor científico y el respeto al criterio divergente, y lo haremos utilizando las tecnologías de la información para que el diálogo sea los más universal e inclusivo.
Estoy convencido que al culminar este foro tendremos varios consensos significativos que aportarán a crear mejores condiciones de gobernabilidad y gobernanza. También tendremos varios disensos que servirán para darle continuidad y mayor democracia al diálogo creativo.
Gracias a los ponentes por sus ideas y por el ejemplo de cómo en la academia y en la sociedad se debe debatir. Gracias al moderador y a los profesores que procesarán las preguntas del público. Gracias a los medios de comunicación por cubrir este evento académico, y gracias a ustedes por ser testigos de este diálogo entre ciudadanos que piensan diferente.