Representantes de diversos sectores del país analizaron las futuras consecuencias del aumento del nivel del mar

Establecer un diálogo y definir una hoja de ruta ante las consecuencias que tendrá el aumento del nivel del mar en los próximos años fue el objetivo principal de la reunión convocada por el rector de la ESPOL, Sergio Flores Macías, el 26 de octubre en el Bankers Club de Guayaquil. En este encuentro participaron David B. Enfield, investigador jubilado de la Administración de Océano y Atmósfera de Estados Unidos (NOAA), autoridades nacionales, locales y representantes del sector privado y la academia.

 

María del Pilar Cornejo, docente de la Facultad de Ingeniería Marítima, Ciencias Biológicas, Oceánicas y Recursos Naturales, FIMCBOR, presentó al expositor David Enfield, quien junto a un equipo de investigadores trabaja en un estudio sobre el potencial impacto del incremento del nivel del mar en cuatro condados de Florida, en Estados Unidos.

 

Previo a la charla, Cornejo, experta en Meteorología y Oceanografía, expresó la importancia del tema y la necesidad de establecer líneas de acción. “Estamos aquí justo para tratar un asunto que es de gran interés para todos por las implicaciones sociales y económicas que pueda tener en el futuro; considerando que tenemos un filo costero de más de 900 km, -contando entradas y salientes-, en el cual vive un gran porcentaje de la población. La ESPOL ha trabajado en los últimos años en temas de Cambio Climático, en diferentes aristas (…) En áreas como hidráulica, sobre qué pasa en el caso de estuarios como el del río Guayas; también en lo que pasa por temperaturas en la Costa en el caso de las mareas rojas. Ahora, la gran preocupación es el aumento del nivel del mar”.

 

La investigadora politécnica añadió que la preocupación abarca además de Guayaquil, Durán y Samborondón, a todas las ciudades del filo costero de Ecuador. Según las estadísticas, manifestó, al final de este siglo, el 50% de la población vivirá en ciudades costeras; en estas zonas, además de desarrollarse actividades de pesca y turismo, se encuentra gran parte de la provisión de agua dulce que alimenta a las urbes y que podría ser salinizada por efectos del aumento en el nivel del mar.

 

Durante su exposición, el científico David Enfield preguntó con cuánta seriedad se está tomando el tema en Guayaquil, ya que en Estados Unidos es un problema palpable en muchas ciudades de la costa Atlántica, incluyendo Miami Beach, caso particular presentado en su charla. Su ponencia se centró en dimensionar la situación del acenso del nivel del mar en Estados Unidos, determinar sus causas y ofrecer proyecciones según sus estudios. “No es necesariamente el dato exacto para Guayaquil, pero espero poder darles a entender cómo uno puede empezar a enfrentar esa pregunta del futuro para Guayaquil o para cualquier ciudad en la Costa”.

 

Enfield expresó que el nivel del mar ha estado subiendo desde el siglo XX. “En los últimos 10 años hemos visto un ascenso del nivel del mar máximo de cerca de 3.50 milímetros por año (...) La mayor contribuyente del deshielo en la última década ha sido Groenlandia. Más o menos con un trillón de toneladas de hielo en solo cuatro años. Parece mucho, pero es poco comparado con el total de masa de Groenlandia. El experto añadió que a través de registros geológicos se ha estimado que toma alrededor de 2 000 años vaciar todo el hielo de Groenlandia.

 

Antes de la ronda de preguntas formuladas por los participantes, Enfield expuso que en el sur de Florida, específicamente en Miame-Dade, Fort Lauderdale, Los Cayos y Palm Beach, un equipo de investigadores se reúne cada cinco años para revisar la información científica y decidir si se deben cambiar las proyecciones a futuro con respecto al aumento en el nivel del mar. “Entregamos un informe a los condados y los condados entonces tienen que tomar acción. Ellos tienen un plan de acción basado en esta información”, puntualizó.

 

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