El Club de Artes e Investigación Circense, CAIC, de la Escuela Superior Politécnica del Litoral, ESPOL, tuvo sus inicios en agosto de 2015, luego de que los politécnicos George Acosta y Brian Beider, fundadores de esta agrupación, presentaran un espectáculo de malabares durante un evento de la Liga Deportiva Politécnica, LDP.
Tanto Acosta como Beider notaron que su arte captó el interés de otros estudiantes, por ello decidieron formar el CAIC, un espacio para dar a conocer las artes circenses y su relación con lo aprendido en clases de Ingeniería.
“El malabar tiene parte teórica y práctica. A eso quisimos sumarle la ingeniería”, comenta Acosta quien es estudiante de Ingeniería en Estadística Informática de la Facultad de Ciencias Naturales y Matemáticas, FCNM.
Para explicar el vínculo con las ciencias exactas, Acosta toma tres aros plásticos, los lanza sobre su cabeza, los recibe con sus manos cuando caen y repite el proceso. Dice que estos malabares pueden explicarse con conceptos físicos como velocidad inicial del aro, la altura máxima que alcanza y tiempo que demora en subir y bajar.
George y Brian se conocieron en la ESPOL por casualidad, Acosta se percató que instrumentos de malabarismo sobresalían de la mochila de Beider y desde ese momento iniciaron una amistad
En la actualidad, el CAIC agrupa a seis miembros activos, todos estudiantes de distintas facultades en la ESPOL. Esta agrupación ha tenido presentaciones en eventos artísticos y de divulgación científica como la feria “Ciencia a tu Alrededor”, actividad que se realizó en el Parque Samanes, en enero de este año.
El próximo 17 de junio, fecha en que celebra el Día del Malabarista en todo el mundo, el club prevé realizar “La Semana del Malabar en la ESPOL”, evento que contará con talleres y presentaciones del club. Mientras tanto, sus integrantes continúan reuniéndose todos los viernes por la tarde en el coliseo del Campus Gustavo Galindo Velasco, donde practican, investigan y enseñan -a todo el que quiera aprender- las artes circenses y su relación con la ingeniería.
Texto: Jefferson Mero, estudiante de Licenciatura en Comunicación Social-Escuela de Diseño y Comunicación Visual, EDCOM-ESPOL
Fotografías: Cortesía CAIC
Redes sociales del CAIC https://goo.gl/9eCBnL